No soy una chica común. Soy independiente, no fui creada para ser una esposa; pero sí una buena compañera de vida. No sé planchar, incluso detesto hacerlo… pero cocino muy rico…y podría alegrar tu día con un delicioso almuerzo e intentar de corazón hacer alguna de tus recetas favoritas tan solo para verte feliz.
No me gustan tanto las fiestas, aunque amo ser el centro de atención; prefiero quedarme en casa y ver algo interesante en la televisión o leer un buen libro, o bueno, realmente preferiría escribir, aunque no siempre se encuentra inspiración ni la tranquilidad que requiere escribir algo interesante.
Tengo un hijo hermoso producto de un matrimonio que nunca fue parte de mis planes de vida y entiendo que esa criatura, pedacito de mi alma, es la forma en que Dios me quiso enseñar que en la vida todo pasa por algo… Es la personita que más amo y por quién daría la vida de ser necesario. A veces actúo como su hermana mayor, admito que soy un poco inmadura pero créeme que he hecho todo lo posible por darle buen ejemplo e inculcarle buenos valores…
No me gusta cualquier tipo de música, soy muy especial para ello; pero te aseguro que te encantará algo de mi selección. Y si te regalo una canción sería exclusiva y muy parecida a ti… No soy muy amable todo el tiempo, a pesar de la dulzura que me cargo, tengo carácter crítico-dominante y analítico; pero te aseguro que cuando te ponga en tu lugar en el momento necesario, me lo agradecerás, incluso podría decir, que puedo cambiar tu perspectiva de vida si te llegas a topar en un debate conmigo.
No soy siempre alegre, tengo problemas de depresión y ansiedad de vez en cuando; mi infancia fue muy atropellada y dejó algunas secuelas en mis emociones… pero te aseguro que mi manera positiva de ver la vida lo compensará.
Y entonces, como te decía, no soy una chica común. Tal vez ahora tu idea de vivir conmigo la veas un poco complicada; pero te aseguro que al final de cuentas, tu esmero valdrá la pena. ¡Te amo!